Si bien los efectos adversos del uso de antibióticos en las bacterias intestinales son ampliamente conocidos, otros medicamentos de uso común también pueden causar un impacto similar, según advierten los investigadores.
Una gran cantidad de medicamentos diseñados para incidir en el interior de las células mamíferas, y no en los microbios, pueden estar asociados con cambios en la composición de la microbiota, según advierten los investigadores de la European Biology Laboratory (EMBL), en Alemania. Entre estos medicamentos hay antidiabéticos, inhibidores de la bomba de protones, antinflamatorios no esteroideos y antipsicóticos atípicos.
En la prestigiosa revista Nature, el equipo que se encuentra detrás del estudio describe la magnitud de los efectos y sugiere que más de un cuarto (250 de 923) de los medicamentos no antibióticos estudiados redujeron el crecimiento de al menos una especie de bacteria intestinal in vitro.
Tal y como se esperaba, el 78% de los fármacos antibacterianos examinados fueron capaces de inhibir una o más especies. Sin embargo, los científicos no pronosticaron la significativa proporción (27%) de “medicamentos dirigidos a humanos” no antibióticos que también tuvieron actividad antimicrobiana.
“La cantidad de medicamentos que afectaron a los microorganismos intestinales como daño colateral fue sorprendente”, comenta el autor principal del estudio, el profesor Peer Bork. “Especialmente cuando demostramos que la cifra real es probablemente aún mayor”.
Posible subestimación
Hay dos razones para esta posible subestimación, sugieren los científicos. En primer lugar, las concentraciones de fármacos en el íleon y el colon pueden ser diferentes a las detectadas en plasma, donde habitualmente se determinan.
“Una mayor cantidad de medicamentos dirigidos a humanos inhibirían el crecimiento bacteriano si se realizara el estudio con dosis más altas, más cerca de las concentraciones fisiológicas”, señala Bork.
Además, los investigadores solo estudiaron una muestra representativa de una microbiota saludable que contenía 38 especies (en su mayoría variedades beneficiosas, pero que también incluían 4 especies patógenas). En la práctica, el intestino humano contiene cientos de especies y una diversidad de cepas aún mayor. “Los análisis indican que si se analizaran más especies intestinales aumentaría el número de fármacos dirigidos a humanos que afectan negativamente a las bacterias beneficiosas” explica Bork.
La mayoría de los medicamentos analizados en el estudio fueron activos contra pequeños subconjuntos de bacterias. Sin embargo, 40 medicamentos redujeron la abundancia de 10 o más cepas.
Efectos similares a los antibióticos
Los investigadores vieron que no solamente los efectos secundarios de los fármacos dirigidos a humanos se asemejaban a los de los antibióticos, sino también que los mecanismos de resistencia de los microbios a los dos tipos de medicamentos tenían un alto grado de coincidencia.
“Este cambio en la composición de nuestras bacterias intestinales contribuye a los efectos secundarios de los medicamentos, pero también podría ser parte de la acción beneficiosa de los fármacos”, comenta Bork. Este último hallazgo resalta lo que antes no se sabía: el riesgo inadvertido que los medicamentos no antibióticos también pueden promover la resistencia a los antibióticos.
“Esto asusta”, dice el Dr. Nassos Typas, “teniendo en cuenta que tomamos muchos fármacos no antibióticos en nuestra vida, y además durante largos períodos. Sin embargo, no todos los medicamentos afectarán las bacterias intestinales y no todas las resistencias serán comunes. En algunos casos, la resistencia a fármacos no antibióticos producirá sensibilidad a antibióticos específicos, abriendo caminos para diseñar combinaciones óptimas de fármacos”.
Más investigación
Los resultados de este estudio serán útiles en nuevas investigaciones que exploren las interacciones entre medicamentos y microbios, y podrían allanar el camino para el desarrollo de soluciones personalizadas.
El profesor Kiran Patil concluye: “Esto es solo el comienzo. Todavía no sabemos cómo la mayoría de estos medicamentos se dirigen a los microorganismos, cómo se manifiestan estos efectos en el huésped humano y cuáles son los resultados clínicos. Debemos estudiar cuidadosamente estas relaciones, ya que este conocimiento podría mejorar exponencialmente nuestro entendimiento y la eficacia de los medicamentos existentes“.
Referencia:
Maier et. al, 2018. Extensive impact of non-antibiotic drugs on human gut bacteria. Nature 555, p. 623–628
Artículo original:
Microbiome focus: Many medicines affect our gut bacteria, not just antibiotics, de Tim Cutcliffe.
https://www.nutraingredients.com/article/2018/03/21/microbiome-focus-many-medicines-affect-our-gut-bacteria-not-just-antibiotics